Hoy volvemos a preparar las inigualables, las insustituibles, las socorridas, las incomparables, las mejores mata-gusanillos del mundo – por lo menos aquí en Mallorca – ¡Galetes d’oli!
Esta vez las hacemos en versión «picos» y doblamos las cantidades que os propuse en la entrada anterior Galletas de aceite caseras, pues ya que nos ponemos, nos ponemos a lo grande 🙂
"PICOS" D'OLI
Ingredientes para unos 700 g de picos:
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- Líquidos: 200 g de agua y 180 g de aceite de oliva
- Secos:
- 15 g de levadura fresca de panadería o 1 sobre de levadura de panadería seca
- 2 cucharadas de semillas de sésamo, 2 cucharadas de pipas de girasol crudas, 2 cucharaditas de tomillo.
- sal entre 5 -10 g (1-2 cditas)
- Harinas:
- 100 g de xeixa interal o candeal integral.
- 450 g de harina panificable. La podemos hacer nosotros mezclando 3/4 partes de harina de trigo normal o floja + 1/4 parte de harina de fuerza. En esta receta serían 340 g de harina floja + 110 g de harina de fuerza.
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- Una vez la mezcla haya levado y doblado el tamaño tendremos 1 kg de masa.
Preparación:
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- Disolvemos la levadura de panaderia en el agua: programamos 2 min – 37ºC – vel. 1.
- Incorporamos el aceite, las semillas de sésamo, las pipas y el tomillo. Programamos 20 seg. – vel. progresiva 1-6.
- Agregamos las harinas:
- la de xeixa o candeal: 1 min. – vel. 1
- la harina panificable. La incorporaremos por tandas para facilitar la absorción.
- 200 g de harina panificable: 1 min. – vel. espiga.
- 200 g más: 1 min. – vel. espiga,
- Añadimos la sal y los últimos 50 g de harina: 2 min. – vel. espiga.
- Dejamos reposar la masa tapada en el vaso hasta que crezca (unos 45-90 minutos).
- Desgasificamos la mezcla amasándola un par de minutos.
- Nos armamos de paciencia y ponemos nuestra música preferida, serie de televisión o lo que sea que nos entretenga, pues vamos a estar un rato haciendo picos. Así que empezamos a coger trocitos de masa y a hacer bastoncitos.
- Los colocamos sobre una bandeja forrada con papel vegetal y los dejamos reposar otros 30-45 minutos.
- Precalentamos el horno a 165ºC calor arriba y abajo. El secreto para que queden crujientes es hornearlos a baja temperatura.
- Los colocamos a media altura durante unos 45-60 minutos. Al principio y hasta que controlemos el tiempo es mejor que estemos pendientes. Cuando veamos que adquieren un tono tostado y la base tiene un poquito de suela será el momento de sacarlos.
- Dejamos enfriar sobre una rejilla.
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Guardadas en una lata o bolsa de cierre hermético este tipo de galletas duran crujientes y como el primer día unas 2 semanas.
Una receta muy sencilla que os deparará grandes momentos ¡Pura supervivencia 🙂 !